13 enero, 2009

Mi segunda tortilla española

Vicente sabe cuál fue la primera...
Fue en mi casa, un día a la hora de comer que mis padres no estaban e invité a Vincent a almorzar. Se nos ocurrió la brillante idea de hacer una tortilla de patatas, nos apetecía mucho. Lo malo es que los dos éramos unos inexpertos aún en el brillante arte de la cocina. No recuerdo la edad exacta que teníamos pero corrían aquellos maravillosos años de instituto. El caso es que la pobre tortilla española sufrió las consecuencias de nuestra falta de experiencia en la cocina. Basta decir que la supuesta tortilla acabó siendo unos tristes huevos revueltos...
Bueno, pues este hecho, minó mi autoestima a la hora de hacer tortilla española. Hasta tal punto que nunca más volví a hacer una desde entonces... ¡Hasta ayer!
Me armé de valor (y le pedí consejo a mi madre) y me puse a la tarea. Y como una imagen vale más que mil palabras, le eché una foto a mi tortilla recién hecha (le di un bocado para asegurarme de que no solo tenía buena pinta). La verdad es que estoy orgulloso de mi tortilla.

3 comentarios:

Vicente Pérez Linares dijo...

Sí, era frecuente que mis primeras tortillas pasasen por la encimera antes de acabar en el plato. Ahora me salen de vicio, excepto la que hice el dia del Paintball, que me quedó más seca y más dura que la mojama. Al menos domino el paso de darles la vuelta.

diegoslurpo dijo...

Eso fue lo que nos pasó, ¿te acuerdas? xdxd
Bueno, ¿y qué opinas de mi tortilla, tío?

Santy! dijo...

jaja wena tortilla!jajaj